El aporte de los Salesianos a las artes en el Perú se hizo principalmente en la música. Fuimos promotores de las primeras bandas escolares del país, que posteriormente se incorporaron a distintos planteles escolares públicos y privados cuando los desfiles escolares se convirtieron en una práctica habitual en el siglo XX. Un hito lo constituye la Banda Sinfónica Salesiana de Lima, fundada en 1896 por el padre Antonio Riccardi en la Escuela Salesiana de Artes y Oficios del Rímac y posteriormente heredada por el Colegio Salesiano San Francisco de Sales de Breña, que hasta hoy la mantiene vigente. Es considerada la primera banda escolar del Perú Republicano. Uno de sus primeros integrantes fue Octavio Ortiz Arrieta, entonces alumno artesano, quien posteriormente se convirtió en el primer sacerdote salesiano del Perú, el primer obispo salesiano peruano y actualmente Venerable de la Iglesia Católica, siendo el miembro de la Familia Salesiana del Perú que hoy se encuentra más cerca de los altares. Su ejemplo es una evidencia del éxito, en nuestro país, del rol formativo de las artes y la música como parte del carisma salesiano.

 

En la arquitectura, los Salesianos brindamos un aporte sustancial con el diseño y construcción de la Basílica de María Auxiliadora de Lima, inaugurada en 1921 como “Homenaje nacional por el centenario de la independencia”. Fue la estructura más alta de Lima durante varias décadas y sirvió de referente para el diseño de otros templos en Lima marcando el inicio de una nueva etapa en nuestra arquitectura eclesiástica. Es, además, el principal repositorio de arte eclesiástico del siglo XX en el Perú. Por todo esto, en 1963 recibió el rango pontificio de Basílica Menor, siendo el único templo republicano del Perú con esta distinción, y este año 2021 en que celebra su centenario fue reconocida como Patrimonio Cultural de la Nación por el Ministerio de Cultura.

 

Algunos de nuestros edificios históricos fueron, también, punta de lanza de la urbanización de nuevos barrios en las distintas localidades donde nos asentamos, convirtiéndose en íconos del paisaje de la ciudad. Solo en Lima, distritos como Breña y Magdalena del Mar surgieron y florecieron en torno a nuestras obras pastorales y educativas.

 

Nuestras escuelas de Artes y Oficios también fueron espacio para el desarrollo de obras maestras de arte religioso, como el púlpito de la Basílica de María Auxiliadora de Lima, obra de nuestros talleres de ebanistería en Breña. Es considerado el más importante hecho en el Perú en todo el siglo XX y el último de los grandes púlpitos de nuestra historia eclesiástica.

 

Finalmente, resulta indispensable destacar el rol del padre Ugo de Censi y su Operación Mato Grosso en la creación de “Artesanos Don Bosco”: uno de los más importantes aportes a la formación artística en la historia republicana del Perú profundo. Actualmente, “Artesanos Don Bosco” reúne a cientos de artistas y artesanos ubicados en sus talleres de Huaraz, Huánuco, Cuzco, Apurimac, Cajamarca y Chimbote.