APORTE ESPIRITUAL

El principal aporte de los Salesianos se encuentra en nuestra labor religiosa. Como señala el artículo sexto de nuestras constituciones, “somos evangelizadores de los jóvenes; tenemos cuidado especial de las vocaciones apostólicas; somos educadores de la fe en ambientes populares (…) y anunciamos el Evangelio a los pueblos que no creen”.

En el Perú, hemos sido los principales difusores de la devoción a la Virgen María en su advocación Auxiliadora de los Cristianos, a la que hemos erigido templos y capillas en su nombre desde enero de 1900. La procesión de María Auxiliadora de Lima, llevada a cabo desde mayo de 1900, es actualmente la segunda más multitudinaria de la capital del Perú después de la del Señor de los Milagros, siendo un claro aporte a las tradiciones religiosas de nuestro país.

También, somos activos difusores del Evangelio al estilo de Don Bosco en nuestras parroquias ubicadas en distintas diócesis del país, labor que desempeñamos ininterrumpidamente desde 1909.

De la misma manera, tenemos un rol en la historia misionera del Perú Republicano. Admirable fue la labor del Siervo de Dios padre Luis Bolla, misionero salesiano entre los Achuar desde 1971. Presente en nuestro país desde 1984 hasta su fallecimiento en 2013, el padre Bolla entregó su vida a la evangelización y puesta en valor de la cultura e idioma de nuestros compatriotas del nororiente peruano. Actualmente su causa de santidad se encuentra en curso. Desde el año 2000, una comunidad de sacerdotes salesianos continúa con su heroica labor.

En el ámbito urbano, nuestra labor catequética también es significativa. Emblemática es la labor del Centro Catequético Salesiano, fundado en Breña en 1970 y ubicado desde 1984 en Magdalena del Mar. A lo largo de más de medio siglo han difundido en distintas ciudades del Perú y América Latina, programas de formación como “Eje”, “Escoge”, entre otros .