LOS SALESIANOS EN EL PERÚ REPUBLICANO
(1891-2021)
La Sociedad de San Francisco de Sales fue fundada por San Juan Bosco en Turín (Piamonte, actual norte de Italia) en 1859. Tras la muerte de Don Bosco en 1888, su sucesor Don Miguel Rúa envió la primera misión de Salesianos e Hijas de María Auxiliadora al Perú en 1891. Desde entonces han trascurrido 130 años.
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Orígenes
Los Salesianos e Hijas de María Auxiliadora llegaron al Perú el 28 de setiembre de 1891, como parte del contrato celebrado en Turín el 26 de julio de 1890 entre la Sociedad de Beneficencia Pública de Lima –representada por José Francisco Canevaro, Ministro Plenipotenciario del Perú en el Reino de Italia– y la Sociedad de San Francisco de Sales y las Hijas de María Auxiliadora –representada por su Superior General, don Miguel Rúa, primer sucesor de Don Bosco–. La misión estuvo conformada por nueve Hijas de María Auxiliadora y tres salesianos como sus capellanes, quienes ingresaron al Perú por el puerto del Callao. En los primeros años se instalaron en el actual distrito del Rímac, en la ciudad de Lima, en locales que eran propiedad de la Beneficencia Pública.
Tras la ruptura del contrato, los Salesianos se trasladaron en 1897 a Breña, por entonces una zona ubicada en los linderos de la ciudad. Allí adquirieron una propiedad semi-rural gracias a la donación testamentaria de monseñor Manuel Teodoro del Valle. Con el paso del tiempo, Breña –hoy en el centro de la capital– se convirtió en uno de los complejos educativos pastorales más importantes de la obra de Don Bosco en el Perú y en la sede de gobierno de las casas salesianas del país.
Entre las primeras casas fundadas, junto a las del Rímac (1891) y Breña (1897), estuvieron las de Arequipa (1897) y Callao (1898).
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Inspectoría binacional de Santa Rosa de Lima (1902-1963)
Durante sus primeros años, las casas salesianas del Perú pertenecían a inspectorías con sedes de gobierno en otros países de la región, como Argentina, Chile o Ecuador. En 1902 el primer sucesor de Don Bosco, el beato Miguel Rúa, creó la provincia salesiana del Perú y Bolivia, denominada Inspectoría de Santa Rosa de Lima.
Fueron inspectores (superiores provinciales) de esta inspectoría binacional, con sede en Breña (Lima), los sacerdotes salesianos Ciriaco Santinelli (1902-1908); José Reyneri (1908-1919 y 1929-1934); Luis Héctor Sallaberry (1923- 1925); Luis Pedemonte (1925-1929); Gaudencio Manachino (1935-1938); José Coggiola (1938-1949); Luis Ramasso (1949-1954); Carlos Orlando (1954-1959) y Pedro Garnero (1959-1963).
En esta época la obra salesiana se expandió al Cusco (1905), Piura (1906), Huancayo (1923), Magdalena del Mar (1923), Ayacucho (1942), Chosica (1954), entre otras ya desparecidas, como la de Puno (1928).
Durante estos años, los salesianos tuvieron presencia en el episcopado peruano a través de monseñor Octavio Ortiz Arrieta, obispo de Chachapoyas (1922-1958); monseñor Fortunato Chirichigno, obispo de Piura (1941-1953); monseñor Víctor Álvarez, obispo de Ayacucho (1941-1958); monseñor Otoniel Alcedo, obispo auxiliar de Chachapoyas (1953-1958), obispo de Ayacucho (1958-1966) y primer arzobispo de Ayacucho (1966-1979); y monseñor Julio González Ruiz, obispo de Puno (1959-1972).
El mayor fruto de santidad de este periodo es monseñor Octavio Ortiz Arrieta, primer salesiano peruano, primer obispo salesiano en el Perú y actualmente Venerable.
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Inspectoría peruana de Santa Rosa de Lima (1963 – actualidad)
En 1963 la Inspectoría de Santa Rosa de Lima dejó de ser binacional, cuando por disposición del quinto sucesor de Don Bosco, don Renato Ziggiotti, las casas salesianas de Bolivia se independizaron de la provincia peruana.
Han sido inspectores en esta segunda etapa los sacerdotes salesianos Carlos Cordero (1963-1969); Emilio Vallebuona (1969-1975); Jorge Sosa (1975-1980); José Ramón Gurruchaga (1980-1986); Carlos Giacomuzzi (1986-1992); Juan Vera (1992-1998); Santo Dal Ben (1998-2004 y 2010-2016); Vicente Santilli (2004-2010) y Manuel Cayo (2017- presente).
En esta época la obra salesiana se expandió a localidades como Monte Salvado (1985), Pucallpa (2009) y San Lorenzo (2001), entre otras.
Durante estos años, los salesianos tuvieron presencia en el episcopado peruano a través de monseñor Emilio Vallebuona, obispo de Huaraz (1977-1985) y arzobispo de Huancayo (1985-1991); monseñor José Ramón Gurruchaga, obispo de Huaraz (1985-1997) y primer obispo de Lurín (1997-2006); monseñor Juan Godayol, obispo de la prelatura de Ayaviri (1992-2006); monseñor Ermanno Artale, obispo de Huánuco (1994-2003); monseñor Elio Pérez, obispo de la prelatura de Juli (2001-2005); monseñor Gaetano Galbusera, obispo del vicariato apostólico de Pucallpa (2008-2019); y monseñor Martín Quijano, obispo del vicariato apostólico de Pucallpa (2019-actualidad).
El mayor fruto de santidad de este periodo es el padre Luis Bolla, misionero entre los Achuar, actualmente Siervo de Dios.
Don Rúa y salesianos misioneros enviados en 1891 al Perú y otras latitudes. Entre ellos se identifica, sentado al extremo izquierdo, al P. Carlos Pane. Archivo Histórico Salesiano del Perú.
Madre Caterina Daghero con primeras misioneras salesianas enviadas al Perú. Compartida por la Secretaria Inspectorial de las Hijas de María Auxiliadora del Perú.
Presidente Leguía en la Basílica de María Auxiliadora en 1929. Archivo Histórico Salesiano del Perú.
Presidente Benavides en la Basílica de María Auxiliadora en 1936. Archivo Histórico Salesiano del Perú.